Es fácil proponerse una meta. Hay metas materialista y metas espirituales.
Vi que había gente que corría, unos corrían a la izquierda otros de lado, otros como bien le parecían, otros como le daba la gana pero todos corrían alcanzar una meta entre los que corrían vino una joven y me dijo: Voy a correr hacía la derecha, con ojos muy abiertos y salió muy contenta hacía su carrera.
Ahora digo lo que me llegó a mi conocimiento, hay quienes corren por las primeras sillas, hay quienes corren por los mejores puesto en la congregación, hay quienes corren por ser reconocidos en todo el mundo, hay quienes corren por tener iglesias llenas, hay quienes corren por personalizar muchos libros y todos se han enfocado en un objetivo. Pero nuestra meta y nuestra carrera es una, llegar hasta el final para ser salvos esa debe de vuestra carrera y esa debe de ser vuestra meta, la salvación y conseguir el perdón de tu muchos pecados amando a tu prójimo como a ti mismo y guardándote de este mundo sin manchas.
Un poquito de levadura leuda toda la masa, y ya cuando la masa este toda leudada ¿cuál será el fin del impío? quien es hijo de desobediencia para provocar la ira de Dios. El impío no es solamente aquel que se va al mundo tras los placeres de la vida como el hijo prodigo. Hay gente impía que están dentro de la casa de Dios. Que no han cambiado su manera de ser habiendo una vez echo pacto de fe sino que ese viejo hombre sigue viciado en su carne. Todo el que siembra para la carne segara muerte, pero el que siembra para el espíritu siembra para vida.
Osea que la salvación no depende del que corre sino que depende de Dios quien tiene misericordia, pero nuestro padre tiene una reglas en casa y hay que seguirlas y para tu ganar las misericordias de Dios tiene que ser misericordioso. Siempre deja lugar para el perdón en tu corazón y no cierres las puertas de tu corazón ni aun para tus enemigos, por que sino el que cierra te la cerrará la puerta y cuando el Rey cierra no hay quien habrá, y el no te abrirá hasta que hallas dado fruto bueno de paz y amor.
Mira como dice: (Apc. 3:7) Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre:
Cuando dice la llave de David, se refiere a las misericordias fieles, según el estuvo mucha misericordias de David su siervo cuando era rey por que David le era fiel a Dios. Así también el tiene la llave para dejarte entrar en el lugar de su reposo, en la vida eterna. Esa llave es la llave de la vida y cuando Jesús viene a nuestro corazones por que lo dejamos entrar en comienza a llenarte de esos requisitos espirituales que necesita tu vida para ser salvo. Porque sin santidad nadie verá al señor.
Amigo y hermano así que de ti depende si llegas a la meta no te deje vencer por las opresiones del maligno ni caer en la prueba. Ya que en la prueba se muestra nuestra debilidad donde inmediatamente el diablo quiere aprovecharse de ella y traer la tentación. Así que diga el débil fuerte soy cuando este en diversas prueba para que resistáis al enemigo y obtenga la victoria.
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