El pecado es herencia, paso del primer hombre a todos, también es la incredulidad la cual lleva al hombre a la desobediencia. El primer hombre no creyó a Dios y esto lo llevó a cometer desobediencia, tomó y comió del fruto prohibido, el cual hoy día espiritualmente se revela en las pasiones o deseos carnales que combaten dentro de nosotros contra el alma como por ejemplo la fornicación, adulterio, robo, borracheras, homicidios, herejías, mentira y toda obra mala semejantes a estas.
¿Qué induce al hombre a cometer desobediencia? la incredulidad, osea se dio 10 mandamientos al hombre para cumplirlos, estos 10 mandamientos una persona puede cumplirlos en el amor. Cuando tu amas a tu prójimo no haces nada indebido que le vayas hacer daño. Al tu romper los mandamientos y desobedecer no crees a Dios, y no lo amas. Todo lo que se hablo de que se amaba a Dios fue de labios para fuera, pues ya que el verdadero amor no se muestra con palabras sino con ellos.
Cuando el hombre tiene incredulidad el Espíritu de Dios no puede habitar en él. Ha Dios no le gusta manifestarse o hacer presencia donde no hay fe, creer es tener fe. Y es el Espíritu de Dios quien llena al hombre de la fe y el amor que este necesita para vencer cualquier deseo carnal que puede querer manifestarse dentro del corazón del hombre. (cuando uso el termino de hombre significa varón y hembra)
Cuando tu eres condenado o castigado por Dios eres castigado por tu incredulidad. El no creer a Dios te conducirá a practicar adulterio, fornicación... estera, el cual todo eso sale de la maldad del corazón. Por eso se dice que el verdadero amor se encuentra en Dios. Quiere decir que aunque tu no cometas ninguna de estas maldades el simple echo de no creer a Dios te condena porque haces a Dios, porque todos tenemos que obedecer a la voz del evangelio, a Cristo Jesús que mentiroso. Jesucristo es nuestra reconciliación con el padre. Que es una red como un laso que el te ha tendido para que por medio de la humillación tu puedas alcanzar la salvación en Cristo Jesús.
Porqué, qué hombre aquí abajo en la tierra ofende a un rey, sino que antes le reverencia como a su majestad y le rinde honor, y quien no lo haga entonces es visto como traidor y enemigo del reino; como malhechor es castigado. Entonces cuanto mas a Dios que como nuestra excelente majestad superior y santo fue quien no dio la vida. Osea que la ofensa hacia Dios departe de los hombres es bien grande.
En la vida del hombre hay tres puertas por donde entra el pecado en su vida, y esas tres puertas hay que cerrarla para que el diablo no tome sobre tu vida ventaja. Esas tres puertas o conductos son el deseo de la carne, el deseo de los ojos y la vanagloria de la vida.
El deseo de la carne ya de esta escribí aquí el querer fornicar, adulterar, robar, mentir, etcétera. El deseo de los ojos es la codicia, la codicia hace al hombre tomar lo que no es suyo, los ojos todo lo que ve y le gusta lo quiere hacer o tener. La vanagloria es ese 'yo' donde solo existe tu y nada mas que tu, ese ego de ser alabado y bien recibido, recibir méritos, fama, gloria y aplausos de hacer las cosas por ser bien visto de los hombres y no por amor sino para engrandecerse. Vanagloria es ser soberbio, altanero creerse el mejor, el que todo lo merece y vengativo. La vanidad también es parte de ella.
Entonces la repuesta es que el pecado por herencia se manifiesta en tu carne a causa de la incredulidad produciendo desobediencia.
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